lunes, 1 de noviembre de 2010

Tantas dudas y tan pocas respuestas

Atrapado sólo entre mis pensamiento,
viendo  como mis días más felices son cosa del pasado.
¿Acaso aquellos días se han perdido para siempre?
¿O tal vez si resisto un poco más podré revivir los tiempor de luz y felicidad?
Mi corazón, dividido entre resiganción y esperanza,
buscando la respuesta entre darme por vencido, y soportar un poco más.
¿Qué es lo que realmente pienso?
Por momentos mi interior susurra: "Eso ha sido todo";
por momentos grita "sólo aguanta un poco más".

La llma de la esperanza dentro de mí,otrora brillante como un millón de soles, 
ahora palidece ante la luz de la más lejana estrella.
¿Debo dejar que se extinga? Y vagar en la oscuridad hasta encontrar una nueva luz.
¿Debo de mantenerla viva?Firmemente, alimentándola con la fuerza de mis recuerdos
¿El camino que debo tomar?
¿Debo de quedarme a la orilla del camino?Sucumbiendo, perdiéndome en la oscuridad y el olvido
¿Debo de mantenerme en pie?Buscando las senda que deberé seguir
¿Afrontar la pérdida?Eterno lamento en mis sentidos.
¿Caminando hacia la lejana frontera? Buscando vivie un nuevo día que tal vez jamás llegue.
¿En pie como la montaña?Esperando, eternamente mirando al horizonte.
La esperanza... ¿La luz que se se vuelve más fuerte en la más profunda oscuridad? Acompañándome, fortaleciéndome en la soledad;
¿O se volverá un tenue lucero, eternamente alejado? La esperanza convertida en la raíz de la deseperación.
Lo único cierto es la incertidumbre de la lucha que se ha de librar.
Tantas dudas y sólo una cosa sé:

Aún quiero creer que tú regresarás a mí, 
hasta que estés comigo, juntos en este lugar.
Aún quiero sentir hasta el fin del tiempo, 
el gentil y amoroso toque de tus manos en mi cara.

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